Se reconoce a la corrosión como uno de los principales contribuyentes a nivel mundial en el deterioro de estructuras de concreto reforzadas y pretensadas.
La cantidad de estructuras de concreto reforzado a nivel mundial está creciendo rápidamente y, por tanto, también cada vez es mayor la necesidad de implementar programas de mantenimiento a bajo coste y de fácil aplicación.
Durante los últimos 30 años, se ha demostrado que la protección catódica (PC) es una técnica altamente efectiva en prevenir el deterioro del concreto de la corrosión inducida por cloruros y/o por carbonatación.
La presencia de sales basadas en cloruros dentro del concreto puede ser una amenaza para la capa de pasivación (capa de óxido protector) en el refuerzo de acero al carbono del concreto. También las variaciones en la cubierta de concreto en la parte superior del refuerzo, la calidad de la cubierta del concreto y el contenido de los cloruros alrededor del refuerzo causarán circunstancias corrosivas similares. Estas circunstancias causarán celdas de corrosión local. Estas ubicaciones son anódicas. Otras ubicaciones del refuerzo, donde las circunstancias son relativamente menos corrosivas y agresivas, permanecen pasivadas (capa de oxido pasivo). Estas ubicaciones son catódicas.
La combinación de ubicaciones anódicas y catódicas dan como resultado reacciones electroquímicas (reacciones redox) (reducción – oxidación) si la distancia entre el ánodo y el cátodo es relativamente pequeña. Estas reacciones electroquímicas convertirán el acero del refuerzo en óxidos de hierro (herrumbre) en las ubicaciones anódicas. Los productos de corrosión formados pueden tener de 5 a 10 veces el volumen del refuerzo de acero original y esto conducirá a presión dentro del concreto, lo cual eventualmente conducirá el agrietamiento y desprendimiento de la cubierta de concreto. La perdida de acero y concreto a la larga debilitara la estructura y será una amenaza para su integridad y la seguridad.